Una tradición adoptada
En Estados Unidos, el cuarto jueves de noviembre es El Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day), y al día siguiente llega el Viernes Negro (Black Friday), cuando, con los compromisos navideños ya en mente, salimos de compras para aprovechar los descuentos que todas las marcas hacen ese día señalado. Aunque su origen es estadounidense, el Viernes Negro se ha afianzado en otros países, y también en España, y es ya un día muy esperado de rebajas prenavideñas. Es una fecha que tenemos marcada en el calendario y que nos proporciona todos los años esas imágenes de centros comerciales abarrotados, imágenes que los comerciantes también usan como promoción.
Hay diferentes mitos sobre el origen del nombre. Puede que los vendedores nos digan que se debe a que dejan los precios tan baratos que no obtienen beneficios, pero la verdad parece ser otra muy diferente. Encontramos la primera referencia escrita a este día en 1951, en un artículo que trataba sobre el absentismo laboral que se vivió ese año tras el Día de Acción de Gracias. Hoy en día, el último viernes de noviembre es festivo en EEUU, así que esa primera referencia ha perdido sentido. No sería hasta una década después, en 1961, cuando se utilizaría Black Friday como nombre para el frenesí de las compras de ese día, fue en un artículo publicado por un diario de Philadelphia. Cabe apuntar que a los comercios de la propia Philadelphia no pareció hacerles ninguna gracia el apodo dado a su día de rebajas, aunque puede que el motivo de adoptar tal nombre fuera que las ventas eran tan grandes que por fin los apuntes contables de las tiendas pasaban del rojo al negro.
Ofertas para todos
Como decimos, a pesar de ser de origen principalmente estadounidense, desde 2012 se viene asentando en nuestro país y hoy en día tiene una importante influencia en nuestro comportamiento como consumidores. Precisamente cuando parece que la tradición pierde algo de fuerza en su país de origen, muestra una inusitada salud en el nuestro, especialmente desde los dos últimos años, en los que las principales cadenas comerciales se han apuntado a la fiebre del Viernes Negro. Y encontramos ofertas para todos los gustos: la electrónica reina en la mayoría de los catálogos y anuncios, pero hay espacio también para las rebajas de muebles, ropa, restaurantes, aerolíneas, gasolina y hasta productos típicamente navideños en España como el turrón. Hay además todo tipo de promociones, desde las rebajas generalizadas en todos los productos de un comercio hasta horas concretas con rebajas puntuales.
Ciberlunes
Año tras año, las cadenas comerciales encargan estudios para asegurarse de que el Viernes Negro va a ser rentable. Y año tras año, esos estudios afirman que lo será. Tanto es así que, siguiendo el cambio de costumbres de los consumidores, al Viernes Negro le sucede el Ciberlunes (Cyber Monday en Estados Unidos e incluso Cyber Lunes en otros países de habla hispana), que lleva el día de rebajas al comercio online. Nacido en 2005, una década después ya supuso en Estados Unidos un récord de ventas, alcanzando los 2.680 millones de dólares. El Ciberlunes llegó por primera vez a España en 2010, aunque no tuvo una acogida masiva al principio, lo que se explica por la lenta implantación de las compras online en España. Fue durante las ediciones siguientes cuando empezó a consolidarse en nuestro país. Tanto es así que en 2015 las compras totales triplicaron las registradas el año anterior. Lo habitual en España es que se celebren cuatro días consecutivos de rebajas, empezando en el Viernes Negro y acabando en el Ciberlunes.
Unas rebajas a su alcance
Gracias al Viernes Negro y el Ciberlunes, ya estamos saboreando la época navideña, una época mágica, perfecta para descubrir nuevas experiencias y planes que nunca pensó que podría hacer… Una escapada a un lugar exótico, disfrutar de lo último en tecnología o esquiar en familia.
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