Trucos y técnicas para descansar sin preocupaciones
Nuestro futuro y el de nuestra familia es una de nuestras grandes preocupaciones. ¿Podremos pagar la universidad de nuestros hijos? ¿Y si existe algún imprevisto de salud que implique un desembolso importante? ¿Y si mi empresa no va últimamente demasiado bien? ¿Y si mi puesto de trabajo deja de tener sentido en unos años en el que todo estará automatizado o robotizado? Seguro que nos hemos hecho preguntas de este tipo y, algunas veces, esto nos lleva a no conciliar el sueño.
Lo que todos los expertos concluyen es que no dormir 8 horas diarias es nocivo para la salud y nos hace entrar en un círculo vicioso ya que el insomnio tiende a volverse crónico. De hecho, la Sociedad Española de Neurología estima que entre un 20% y un 48% de la población adulta sufre en algún momento dificultad para iniciar o mantener el sueño, y en al menos, un 10% de los casos esto es debido a algún trastorno del sueño crónico y grave. Además, según Matthew Walker, director del Centro de Ciencias del Sueño de la Universidad de Berkeley (California) este problema se agrava con la edad porque a los 50 años únicamente se tiene el 50% del sueño profundo que se disfrutaba de adolescente.
“Contar ovejitas” o visualizarnos en un lugar paradisiaco no surte efecto. ¡Todos lo hemos probado alguna vez!
Para intentar descansar, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología ofrece una serie de pautas o medidas higiénicas que ayudan a conciliar el sueño:
Recientemente se ha publicado en Medium un artículo en el que la escritora Sharon Ackman explica cómo las Fuerzas Aéreas tuvieron que buscar un método efectivo para permitir que durante la Segunda Guerra Mundial, sus pilotos pudieran dormir. Un método de meditación que, tras seis semanas de práctica, permitía al 96% de sus pilotos dormirse en apenas dos minutos. Así la relajación comenzaba por la cara, parte superior del cuerpo, llegando a las piernas. El siguiente paso era liberar la mente, dejarla en blanco y si no era sencillo había que decir las palabras: “no pienses, no pienses…” durante al menos 10 segundos. Esto hace al cerebro liberarse de las preocupaciones. ¿Funciona? Pues cada persona es un mundo, pero si repasamos nuestras rutinas seguro que hay muchas cosas que no hacemos bien.
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